FUNCIONAMIENTO REAL ESPAÑOL

 FUNCIONAMIENTO REAL 

El funcionamiento real español del siglo XIX se basa en el control de la participación y se sostiene en tres pilares: 

  • Bipartidismo. 
  • Turnismo. 
  • Fraude electoral. 




BIPARTIDISMO 

El bipartidismo es un planteamiento basado en el modelo inglés que defiende que la política está controlada por dos grandes partidos que tienen una base ideológica común: Partido Conservador y Partido Liberal. Ambos defienden: 

  • Monarquía. 
  • Constitución de 1876. 
  • Propiedad privada. 
  • Estado centralista y unitario. 

El Partido Conservador estaba liderado por Cánovas y englobaba a antiguos moderados y unionistas. Defendía: 

  • Sufragio censitario. 
  • Restricción de libertades. 
  • Propiedad y orden. 
  • Estado confesional católico. 

Recibía el apoyo de los sectores más enriquecidos de la población. 


Por otro lado, Sagasta lideraba el Partido Liberal, que aglutinaba a antiguos progresistas y demócratas. Esta formación que estaba asociada inicialmente a los intereses de la clase media, apostaba por: 

  • Sufragio universal masculino. 
  • Ampliación de derechos.
  •  Reformas socioeconómicas. 
  • Restricción de privilegios de la Iglesia. 




 

TURNISMO 

El turnismo es un mecanismo de alternancia en el poder con el objetivo de mantener la estabilidad del sistema. Para ello existe un acuerdo explícito entre la Corona y los líderes de los dos partidos dinásticos (Conservador y Liberal) para turnarse pacíficamente en el poder. Este pacto implicaba que, al llegar al gobierno, ninguno de los partidos derogaría las normas establecidas anteriormente por el otro. 

Para evitar desestabilizar el régimen, en los últimos momentos de vida de Alfonso XII, Cánovas (político e historiador malagueño conocido como ideólogo y fundador del sistema de Restauración) y Sagasta (líder del partido Liberal) firman el Pacto de El Pardo en 1885 garantizando la perpetuación de este sistema tras la muerte del monarca. 





 


FRAUDE ELECTORAL 

El fraude electoral está compuesto por el caciquismo y el pucherazo. El fraude electoral es el método de alternancia en el poder apoyado en corrupción electoral. Los resultados electorales se manipulan aprovechando el peso de la tradición y el alto grado de abstención. Ante una situación de crisis o desgaste del Gobierno, el Rey destituye al Presidente del Gobierno y nombra Presidente al líder de la oposición. Automáticamente se disuelven las Cortes, se convocan elecciones y el Ministro de la Gobernación pone en marcha dos mecanismos para garantizar la victoria electoral del partido al que pertenece el nuevo Presidente: 

  • Encasillado: acuerdo de reparto de escaños entre el Gobierno y la oposición. 
  • Actuación de los caciques: son aquellos que se encargan de que sea elegido el candidato asignado en cada circunscripción para que los resultados electorales den la victoria al partido al que pertenece el nuevo Presidente a través de: falsificación de censos, compra de votos, amenazas... 

El sistema recibe el nombre de “pucherazo”, dando a entender que todo está pactado antes de las elecciones y los resultados se obtienen mediante trampas. 





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